jueves, 20 de febrero de 2014

Agua de la miseria

Canta,
bajo la lluvia,
alguien, alguien sin nadie,
te oye llorar de noche,
cuando de tu alma sangras,
ya no me mires así,
¿Y para qué vivir?
Si ya no tienes fe en tu hermano,
al que no amas ya.
¡Ya no me digas que se siente!
Sino se cambia hoy,
no se cambia más,
y tus hijos sabrán,
que vendíste tu amor...
que vendíste tu amor...
Juega,
juega que el tiempo huye,
y cambiame por una mosca.
Vierte, vierte tu lágrima,
sobre la absurda suerte,
ya no me mires así,
sino se cambia hoy,
no se cambia más,
y tus hijos sabrán,
que vendiste tu amor...
Que vendiste tu amor...
¡Ya no me digas que se siente!
Al atravesar,
la eternidad
sin una gestión,
desde tu corazón.
Tu sombra da,
contra el muro,
al que quiebras,
en múltiples ecos,
y acércate,
y ahuyentarás el desastre de mi alma,
que sueña.
Bebe,
bebe, desde el columpio,
el agua de la miseria,
y saca,
saca de los que sufren,
y quema la cruz,
tan ciego,
solo eres esclavo del poder.
¿Y para qué vivir?
Si ya no tienes fe,
en tu hermano,
al que no amas ya.
¡Ya no me digas que se siente!
Al atravesar,
la eternidad,
sin una gestión,
desde tu corazón.
Sino se cambia ya, tus hijos dirán
que vendíste tu amor.
¡Ya no me digas que se siente!
En la eternidad,
sin una gestión,
desde tu corazón.
¡Ya no me digas que se siente!
Si ya no tienes fe,
en tu hermano,
al que no amas ya.
¿Pero qué es lo que te pasa, nene?
Luis Alberto Spinetta.

1 comentario:

  1. Pasaron poco más de dos años desde que se fue! se lo extraña! se lo necesita!

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